¿Cómo una persona sabe si sus intereses sexuales son normales o patológicos?

La palabra “normal” en realidad se refiere a una conducta en promedio. Consecuentemente, lo que es considerado normal, en términos de sexualidad, es simple- mente lo que la mayoría de las personas, o “la gente promedio” (lo que sea que sean) cree o hace en su propia vida sexual. Cualquier cosa que difiera de ello podría ser considerado fuera de la norma. Ahora, esto no necesariamente implica que un interés o conducta es patológico. El término “patológico” refiere a una condición que está causando un estado enfermo.

En términos de intereses sexuales, algo sería patológico si interfiriera con la habilidad de funcionar en la vida. Esto podría referirse a nuestra propia habilidad para socializar apropiadamente con compañeros o mantener una relación. La funcionalidad también incluye la habilidad de alguien para trabajar y mantenerse a sí mismo.

Las áreas clásicas que uno busca para evaluar patologías son las del amor, trabajo y juego. Hay, sin embargo, muchos intereses sexuales y conductas que no están consideradas “normales” pero que no son necesariamente “patológicas.” Algunas de ellas, en lugar de ello, pueden considerarse fetichistas o pervertidas. Tales conductas existen en un espectro de ligero interés que no está necesitado, en absoluto, de gratificación sexual. Una persona puede tener cierta perversión sin afectar sus relaciones personales, su trabajo o su habilidad para socializar o tener cuidado de sí mismos.

Para estas personas, es simplemente, un asunto de encontrar a otros con su fetichismo o perversión particular para compartirla. A menudo, una persona tomará parte de una mayor comunidad que disfruta una perversión en particular (piensa en el sadomasoquismo o rol play de animales). Si un interés o conducta sexual interfiere con el funcionamiento de la persona, o causa daño a otros o así mismos, entonces quizás sea considerado patológico